Una jubilada, de 67 años, emoció a muchos con sus lágrimas, cuando se encontraba relatando su propio despido.
Como sabemos, los despidos son cada vez más a lo largo de las semanas. El gobierno viene acumulando, aproximadamente, más de 24.000 trabajadores del sector público despedidos. Con el argumento de ser “Ñoquis del estado”, la administración nacional viene dejando familias al borde de la calle. Con la teoría de querer mejorar una situación económica, que parece ser cada vez menos remable, recurre a la reducción de empleados que son un gasto para el Estado.
Según las palabras del vocero presidencial, Manuel Adorni: “Esto es parte del trabajo que venimos haciendo para achicar los gastos del Estado y personal que no es necesario, que no siga cobrando un ingreso del Estado. Como digo yo siempre, por más que les canse, del otro lado hay un contribuyente que lo paga. En este caso, quienes no tenían un trabajo definido era un ingreso que sostenía un contribuyente, que muchas veces tiene problemas para llegar a fin de mes; no es justo«.
La realidad, es que los despidos son la rutina de cada día, y cada vez crece más la incertidumbre de lo que puede ocurrir al paso de las semanas. El relato de una trabajadora, de 67 años, con una década y media en el organismo, fue despedida del INADI. Esta, es una gran muestra de las medidas bruscas que se están a cabo; arrastrando tras de sí a muchísimas personas y familias.
Gracias a las imágenes del noticiero C5N, podemos escuchar un relato desgarrador. Como con todo lo que pasa actualmente, se generaron debates en las redes. Uno podía observar a muchas personas diciendo que hace tiempo se tendría que haber jubilado. Pero, si comprendemos del tema, cualquier persona sabe que burocráticamente los papeles jubilatorios en Argentina pueden llevar años en realizarse. No es algo que se realice de un modo veloz.
También, se dejaron ver muchos festejos y burlas sobre la situación de personas afectadas por estas medidas. En la mañana de ayer, ocurrieron numerosos despidos en instituciones públicas como el Conicet y el INADI, generando gran rechazo. En el INADI, hubo tensiones cuando los despedidos confrontaron a la policía, que resguardaba el edificio para controlar el acceso. Podemos estar de acuerdo que es injusto ganar un sueldo del Estado y no trabajar; pero el gobierno de Javier Milei debería aclarar quién trabaja y quién no ¿Cuál es la regulación con la que se mide esto?
Sacando los pensamientos políticos que tiene cada persona, no se puede festejar los despidos. En un país donde cada vez más la situación económica ahoga a cada argentino y argentina, no cabe ninguna justificación para burlarse de una persona que tiene graves problemáticas y una familia detrás. La estrategia del vocero presidencial, Manuel Adorni, en la que esgrime como argumento el hecho de existir un contribuyente que aporta a los sueldos estatales, y que esa persona tampoco llega a fin de mes, lo único que genera es una guerra entre trabajadores contra trabajadores.