Los dichos del diputado, generaron un clima de tensión dentro del Gobierno Nacional.

En el día de ayer, tuvo una gran repercusión los dichos de Benegas Lynch; el polémico diputado de la libertad avanza. Benegas, exclamó una opinión que no fue para nada acertada en un momento que, como todos sabemos, la educación en estos últimos años está en una decadencia cada vez mayor; lo que preocupa a todos los argentinos.
En este contexto, Benegas Lynch no tuvo mejor idea que opinar sobre la educación; pero, más precisamente, sobre la obligatoriedad en las escuelas. «No creo en la obligatoriedad de la educación«, espetó. Por otro lado, también agregó: «La libertad es también si no querés mandar a tu hijo a la escuela para que te ayude en el taller”. Obviamente, tuvo una gran repercusión y mucha gente indignada en las redes, entre los que se encuentran varias personalidades del ámbito político. Fue tan grande la polémica, que incluso la misma UNICEF ARGENTINA hizo una publicación criticando estos dichos de Benegas Lynch.
En un momento de nuestra historia donde la educación debe ser la base para que muchos jóvenes puedan tener una estructura cognitiva que les permita conseguir sus sueños a futuro, decir esto es atrasar muchos años de lucha por una educación obligatoria y de calidad. Quizás es verdad que la educación está pasando por un momento muy crítico; pero decir que los padres deben tener la elección de mandar a sus hijos menores de edad a trabajar, es muy preocupante, y más viniendo de un diputado nacional.
Hay dos leyes que Benegas Lynch ignoró para poder decir esta barbaridad. Primero, la Ley de Educación Nacional N° 26.206, la cual regula el ejercicio del derecho de enseñar y aprender, consagrado por el artículo 14 de la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales incorporados a ella, conforme con las atribuciones conferidas al Honorable Congreso de la Nación en el artículo 75, incisos 17, 18, y 19, y de acuerdo con los principios que allí se establecen y los que esta ley determina. Asimismo, la Ley de Educación Nacional establece en el artículo 3 que la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico – social de la Nación. Y, mirando desde otra perspectiva más “liberal”, Benegas Lynch, tiene que tener en cuenta que en 1884, Sarmiento se desempeñaba como director general del Consejo Nacional de Educación y, a instancias suyas, el gobierno sancionó la Ley 1.420, que establecía la enseñanza primaria gratuita, obligatoria y laica para todos los habitantes del país, norma que es considerada como la base primordial del sistema educativo.
La otra es la Ley 26.390 contra el trabajo infantil. “Artículo 189: Menores de dieciséis (16) años. Prohibición de su empleo. Queda prohibido a los empleadores ocupar personas menores de dieciséis (16) años en cualquier tipo de actividad, persiga o no fines de lucro”.
Como dijimos antes, hubo tanto revuelo que desde el ambiente de la política salieron a criticar a Benegas Lynch, y no solamente del ámbito de la oposición, también desde la interna del gobierno actual. Tal fue el caso, que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, hizo un posteo que decía lo siguiente: “Hombres trabajando, niños estudiando«. Además, en la red Social Instagram escribió “La educación obligatoria fue propuesta en el contexto del pensamiento humanista liberal justamente para promover la libertad de los menores tutelados por adultos. Esto permite que los niños puedan educarse, ampliando sus horizontes, para desarrollar un proyecto de vida propio en el contexto de culturas cada vez más complejas, lo que vuelve imprescindible una alfabetización integral”.
También sumamos que hoy a la mañana el Vocero Presidencial, Manuel Adorni, dio su opinión al respecto: «Lo que dice el diputado Benegas Lynch corre por cuenta del diputado Benegas Lynch. Tal vez la política argentina está acostumbrada a moverse en bloque, o en manada. Nosotros no. La opinión del diputado Benegas Lynch no tiene por qué coincidir con la opinión del gobierno nacional«.
Como vemos, estos dichos generaron internas en La Libertad Avanza; pero creo que todos los que nos ubicamos dentro del sentido común, coincidimos que Benegas Lynch no dijo algo sensato, y que esos pensamientos no son sanos para una Argentina que transita un pasar más que sensible. Un rechazo a la educación, y promover la explotación infantil, atrasa socialmente de un modo mayúsculo.