Los visitantes: los pibes de Malvinas

Una reflexión, con motivo del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, orquestada bajo el análisis de una lírica del gran Ricardo Iorio.

—Por: Luca Bosi.

En esta nota, queremos recordar a nuestros héroes y pibes que lucharon por Malvinas. Una guerra que hasta el día de hoy duele y no para de doler en el corazón de todo un pueblo. Las injusticias que vivimos, se suman a un panorama desolador, al que muchas personas tratan de mirar para otro lado, cuando se profundiza en él. Queremos analizarlo de una forma no tan extensa, pero que tenga un peso importante por este día. Es por ello que, mientras reflexionamos sobre este aniversario número 42° del Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas, lo vamos a realizar con la canción de AlmafuerteEl visitante”, del disco Fondo Blanco. Existe una película al respecto, con el mismo nombre de la canción; pero en este artículo no se analizará, ya que nos queremos enfocar en detalle sobre la obra de Almafuerte.

Que mejor relato que esta canción sobre nuestros pibes que lucharon por Malvinas. Una guerra dentro de una dictadura militar, que solo buscaba un poco de nacionalismo para levantar el ánimo de un pueblo totalmente abusado y asesinado. No por esto hay que menospreciar a nuestros excombatientes. Al contrario, a nuestros pibes que fueron a la guerra hay que abrazarlos y admirarlos. Mientras muchos militares de altos rangos se quedaban dentro de una cabaña tomando cosas calientes, muchos de nuestros pibes se morían de frio, no tenían comida y eran boludeados por estos “milicos”. Quizás es polémico decir estas cosas, pero los relatos muchas veces se unen en una sola historia; los chicos iban al frente con su corazón para luchar.

Ricardo Iorio, al crear esta canción, nos podemos dar cuenta el peso que le dejó y que lo escribió con el corazón en la mano. La compuso alguien como Ricardo, tan nacionalista y que amaba a su país de una forma que no muchos hacen, de esa forma verdadera y no de un falso patriotismo. Pero en vez de hablar de patria, soberanía y lucha, esta canción nos relata a flor de piel, de una manera excelente, lo que vivieron los excombatientes durante la guerra y después, de una forma, hasta si queremos, oscura. Con un modo duro y pesado ambientado musicalmente, este tema es excelente en muchos puntos de vista que vamos a analizar. Tengamos en cuenta que Ricardo siempre estuvo metido en la causa y reconocimiento por nuestros héroes de Malvinas. Era una persona muy respetada por ellos. Tanto así, que hasta el día de su muerte fue homenajeado por grupos de excombatientes por su compromiso.

A continuación, analizaremos la canción de nuestro gran y querido Ricardo Iorio, y que mejor día que este 2 de abril.

“Olvidar

yo sé bien que no podés

como la sociedad olvida

que fuiste obligado a marchar,

en su defensa”

Al principio, el grito de “olvidar” que expresa Ricardo, nos quiere decir que el pibe que fue a luchar no puede olvidar los horrores que vivió en la isla. Expresa acerca de los temores y la desesperación que tenían. Que por más que los medios de esa época nos querían tapar las penumbras que pasaban nuestros pibes la realidad era otra: el horror y el desconocimiento, ya que fue obligado a marchar en defensa de nuestra patria. Un chico con toda una vida por delante, pasaba a ser un número más para completar una tropa. Proyectos tirados a la basura por la obligación. Ponernos en los zapatos y la cabeza de esos chicos que, de un día para el otro, salieron sorteados para ir a una guerra, para ir a una isla, para que sus vidas cambien por completo en un viaje que es de ida para muchos y de vuelta para otros; aunque todos sabemos que olvidar no se puede.

¿La sociedad olvida?

Quizás olvida muchas cosas y lo vemos hasta el día de hoy. Por más admiración que muchos tenemos por nuestros héroes, hay gente que los quería “desmalvinizar”. Hoy vemos un recordatorio y homenajes por todos lados, pero eso no todo el tiempo fue así. Sufrieron mucho para tener un reconocimiento, algunos eran tratados como locos y otros eran simplemente abandonados por un Estado que tardó mucho tiempo en reconocerlos. La afirmación de que la sociedad olvida se vuelve real. Los excombatientes no merecen un reconocimiento solo el 2 de abril, sino que todo el tiempo. No es simplemente cantar “por los pibes de Malvinas que jamás olvidare”. Es tomar la posta y llevar a Malvinas en el corazón de cada argentino, y mientras vivan nuestros excombatientes, siempre serán héroes por muchísimas cosas que dejaron atrás.

“Recordando el mal momento

atrincherado en tu habitación;

soledad, humo y penumbras

despertares de ultratumba”.

Como hablamos anteriormente, muchos excombatientes eran dejados de lado por una sociedad que muchas veces los rechazaban. Pero la poca empatía no comprende que el trauma de una guerra tan cruel, nunca va a poder ser borrada de la mente de un joven.

Esta parte de la letra, es la que más nos hace sentir en la piel de ese muchachito que no puede superar el miedo a morir, que la vida y el destino lo hizo poner en ese lugar. Que, aunque este en casa, Malvinas siempre estará en su corazón y mente por el resto de sus días. No es cualquier cosa, es el resultado de la imprudencia un gobierno ilegitimo que no le importaba ni siquiera la salud mental de las personas que mandaban a una guerra. Desolación, desesperación y soledad son algunos de los panoramas, que Ricardo puede describir a la perfección, de lo que era la posguerra de Malvinas.

“Apocalipsis del sustento interior

andar sin encontrarle alivio al tormento

desesperante, mórbida aflicción

del visitante

y su castigo”.

“Apocalipsis interior”, de todo lo que se siente pero que no se puede sacar. Que por más remedios que se tomen o se intente olvidar, es imposible despojar el tormento que hay dentro de esas cabezas. Nuestros excombatientes vivieron desesperaciones y un infierno transformado en una isla con mucho frío. Es el castigo del Visitante, que no sabe lo que se puede encontrar y no puede hacer nada ya que este lejos de casa.

Pensando todo esto que nos canta Ricardio Iorio, vuelvo con lo anterior: ¿una sociedad puede olvidar o pasar por alto esto? Es posible que algo que nos deja marcados a todos los argentinos, pase tan desapercibido para algunos. Por eso, insisto con el reconocimiento de esta parte de nuestra historia como sociedad. En comprender y llevarlo en el corazón y en la piel como muchos argentinos.

“Fui elegido

para cantarte

por quienes quieren olvido restarte

grave pesado

mas no inconsciente

yo te lo mando ex combatiente”.

Para cerrar, dejamos la parte del estribillo, que, como bien dice Ricardo Iorio, fue elegido a cantarles. Es esa parte de la sociedad que no olvida, que recuerda y que tiene en la memoria a todos los caídos y los sobrevivientes de una guerra atroz. Por quienes quieren olvido restarte, más no ser inconsciente de lo que ocurrió. La “malvinización” debe ser algo que nunca tiene que morir en nuestras almas. Es algo que muy bien se expresa en esta canción de Iorio. Expresa algo más que no se llega a realizar, por simplemente recordar la guerra; es también entender que pasaba en la cabeza de nuestros pibes, que serán eternos por nuestra memoria en nuestros libros. En cada monumento y reconocimiento que tenga Malvinas, hay que sentirse orgullosos. Comprender esa parte de la historia, nos hace reflexionar sobre cómo nos posicionamos ante discursos que quieren reivindicar personajes históricos nefastos, como Margaret Thatcher, o como quienes vitorean la vendida de humo que “fueron a combatir”, pero abusaban de los verdaderos luchadores.

Malvinas nos sigue golpeando; pero es algo tan argentino que debemos tener en nuestra cabeza hoy y siempre.