
Siempre es atractivo el enfrentamiento entre dos selecciones campeonas del mundo. El partido que disputaron la Selección Española y la Selección brasileña, en el día de la fecha, no fue la excepción. Como si este grandioso aditivo futbolístico no fuese suficiente para captar la atención de los aficionados al deporte rey, el encuentro nos regaló intensidad, golazos, ritmo frenético y un par de polémicas muy discutidas. Además de esto, el juego se disputó enarbolando el lema “Bajo una misma piel”. Con ello, se buscó concientizar a la sociedad española acerca de los daños mayúsculos que ocasiona el racismo en las sociedades. A razón de esto, Vinicius Júnior, el futbolista del Real Madrid, fue el capitán de la selección verdeamarella; otorgándole un gesto simbólico por su lucha, muy cuestionada, por cierto, contra el racismo.
Todo comenzó en la noche de Madrid, concretamente, en el Estadio Santiago Bernabéu, la casa del Real Madrid Club de Fútbol. Allí, el árbitro António Emanuel Carvalho Nobre, de nacionalidad portuguesa, dio el inicio a un juego que iba a tenerlo como protagonista. Surcando las aguas de los ’12 minutos de partido, Lamine Yamal ingresó al área, para luego realizar un escandaloso salto en largo, con su pertinente caída al suelo, por el cual el colegiado sancionó penal para España. A pesar de las quejas y lamentos de los futbolistas brasileños, Rodri efectuó la pena máxima, decretando el 1-0 en favor de los europeos.
Luego de esta polémica ventaja adquirida por España, los ibéricos se envalentonaron y arremetieron contra su meta al combinado dirigido por Dorival Júnior. En uno de estos embates, cuando corría el minuto ’36 de juego, el número 10 español, Dani Olmo, ingresó al área. La situación, parecía controlada por el fullback brasilero. Sin embargo, el futbolista del Liepzig alemán, logró eludirlo con un bello “caño”; enganchó, cruzó el remate y estampó el 2-0 en el marcador.
La alegría de los mediterráneos se reveló ciertamente efímera. Tan sólo cuatro minutos más tarde, el aquero del Athletic Club de Bilbao, Unai Simón, envió defectuosamente la pelota hacia su volante central. Dicho pase, fue interceptado por Rodrygo; quien, ante una apresurada salida del guardameta español, definió con un “globo” por encima del guardián del arco europeo, estableciendo así el 2-1.
Con este resultado culminó la primera parte. Desde los primeros instantes de la segunda mitad, se podía dilucidar la intención manifiesta del conjunto sudamericano de igualar el partido. En una de estas arremetidas, y tras un fallido despeje de un córner, la joven promesa brasileña, Endrik, conectó la pelota con una pulcra volea de izquierda, para lograr el 2-2 en el marcador.
Cuando ya creíamos que el partido se evaporaba en un justo empate, luego de un par de arrebatos brasileros y alguna llegada esporádica de los españoles, el árbitro luso decidió ser protagonista una vez más. En una corrida hacia el área, por el sector diestro, de Daniel Caravajal, el número 25 brasileño, Beraldo, apoyó su brazo contra la zona costal del lateral del Real Madrid. Posteriormente a la exagerada caída del futbolista español, el juez luso decretó un nuevo penal para España. Ante la incredulidad de los jugadores de la canarinha, Rodri consiguió su doblete y adelantó, nuevamente, a su equipo estableciendo el 3-2.
En el ocaso del partido, ya cuando todos creíamos que el malestar brasileño se haría manifiesto al sonar el pitido final, a raíz del incompetente arbitraje de Carvalho Nobre, el encuentro nos obsequió una emoción más. A falta de diez segundos para finalizar el encuentro, luego de una serie de rebotes, producto de un centro de Yan Couto, Caravajal, quien se hallaba en el suelo tras un frustrado despeje, optó por sujetar la pierna diestra de Wenderson Galeno, en un intento desesperado para evitar que el delantero conecte la pelota, que había quedado en el área. Al percatarse de esto, el árbitro sancionó el tercer penal de la noche, el primero para Brasil. En el minuto ’96, y siendo la última acción del encuentro, Paquetá anotó su ejecución con una estética definición, sellando el 3-3 final.
En la conferencia de prensa posterior al encuentro, el técnico de la Selección Española, Luis De la Fuente, se mostró con un sentimiento ambiguo: con rabia por el empate en la última jugada, pero esperanzado por el juego desplegado por sus dirigidos. Exclamó: “Da rabia no ganar un partido en el que hemos sido muy superiores. (…) Hemos aprendido mucho y hemos sacado conclusiones muy positivas. (…) Hemos sacado la conclusión de que este equipo puede llegar muy lejos.”
Por su parte, su par de la Selección brasileña, hizo especial hincapié en la actuación arbitral. El ex técnico de Flamengo, opinó que los árbitros se acostumbran a dirigir con VAR y que se ven comprometidos en los encuentros que no poseen dicha herramienta. Espetó: “El mismo árbitro está condicionado a esperar la ayuda del VAR. Veo la duda en su cabeza.”
Con este partido, finalizó la preparación de Brasil antes de la Copa América de Estados Unidos, donde debutará con México, el día 8 de junio. Por su parte, los ibéricos deberán jugar un amistoso antes de la Eurocopa, realizada en Alemania, con fecha para el 5 de junio.