Argentina derrotó a Costa Rica en un partido que se le había complicado.

Los dirigidos por Lionel Scaloni supieron reaccionar ante la sorpresa tica, y terminaron redondeando una buena actuación.

Mucho se ha hablado acerca de esta gira de encuentros amistosos que disputó la selección nacional. Desde distintos medios de comunicación, han brotado críticas respecto del nivel de los rivales seleccionados para dichos encuentros. Es por ello que, al finalizar el primer tiempo, el escenario se manifestaba caótico.

La Selección Argentina salió al verde césped del United Airlines Field at the Memorial Coliseum, en Los Ángeles, Estados Unidos, con una alineación que combinaba titulares y suplentes. El equipo fue: Benítez (GK); Molina; Romero; Otamendi; Tagliafico; Lo Celso; Mac Allister; Fernández; Di María; Álvarez y Garnacho.

Por su parte, el equipo dirigido por Gustavo Alfaro, formó de la siguiente manera: Navas (GK); Quirós; Faerrón; Cascante; Calvo; Lassiter; Acócer; Galo; Aguilera; Zamora y Ugalde.

El encuentro empezó favorablemente para el cuadro albiceleste. Cierto es, que las llegadas del conjunto argentino no constaban de remates certeros contra el arco defendido por el ex arquero del Real Madrid—a excepción de un cabezazo de Otamendi que contuvo el veterano guardameta—. Sin embargo, el dominio del juego, de la pelota y de los ataques pertenecía al vigente campeón del mundo.

Fruto de esto, resultó en una magna sorpresa la apertura del marcador, por parte del conjunto centroamericano, al minuto ’33 de juego. En el primer contrataque que pudo realizar el equipo del ex técnico de Boca, Ugalde trasladó la pelota desde el centro del campo hasta el arco argentino; para luego soltar la pelota hacia su compañero Zamora. Tras un remate cruzado del número 21 de Costa Rica, el cual desvío el arquero Benítez, Ugalde arremetió con ímpetu para establecer el 1-0.

A partir de ese momento, la Selección Argentina entro en un espiráculo de dudas. El impacto que generó el inesperado gol rival, desordenó el juego y la estructura del conjunto nacional y los minutos restantes del primer tiempo fueron de un claro dominio del equipo de CONCACAF. No obstante, el arco protegido por el arquero del PSV no sufrió mayores llegadas.

Con el arribo del segundo tiempo, desembarcó otro juego del combinado sudamericano. Los cambios en el equipo, la postura y una mayor serenidad, conllevaron a que el equipo comandado por Scaloni comience a dominar la pelota en las proximidades del área contraria. A razón de esta lógica, aconteció una infracción sobre Ángel Di María  cerca de la medialuna del área rival. El encargado de ejecutar la falta, fuel propio Di María. El resultado: un excelso gol del ídolo nacional, que se clavó en el ángulo superior derecho de Keylor Navas, decretando el 1-1, a los ’52 minutos.

 La parálisis, producto del golpe anímico propinado por Argentina, fue demasiado brusca para el cuadro centroamericano. A partir de este momento, todo pasó por los pies del conjunto nacional. La pelota parecía arder con brío en la suela de los ticos, ya que pocos segundos duraba bajo sus botines. Para colmo, tan sólo cuatro minutos después, a los ’56, Mac Allister estampó el 2-1, luego de empujar la pelota de cabeza, tras un remate con el hombro de Tagliafico, que se estrelló contra el travesaño.

Con  la ventaja en el marcador—y un domino manifiesto y absoluto en el juego—, Scaloni decidió rotar el equipo. Entre las sustituciones, se realizó el cambio de Garnacho por Lautaro Martínez, quien llevaba una racha negativa de 15 partidos sin convertir con la Selección Argentina, tras su gol a Honduras en 2022.

En el minuto ’77, y tras unas cuantas arremetidas albicelestes contra el arco de Navas, llegó el tercer gol argentino; anotado por Lautaro Martínez, con una bella asistencia de Rodrigo De Paul, que también había ingresado. Con este gol, en el cual eludió la humanidad del guardameta rival elevando su remate “pinchándola”, puso fin a una angustiante crisis del gol; con todo lo que esto acarrea para un centro-delantero.

El resto del encuentro, continuó en la sinergia de un dominio claro de los dirigidos por Scaloni. El entrenador nacional, aprovechó los minutos finales para darles minutos a jugadores que no habían podido jugar en el primer partido; como Nicolás González—quien falló una clara ocasión—, Carboni y Pezzela. Llegando así al pitido final y, con él, a la culminación de esta gira de amistosos por los Estados Unidos, previos a la Copa América.

El técnico campeón del mundo se mostró conforme al finalizar el encuentro, en diálogo con la prensa. Destacó el desempeño del equipo y reflexionó sobre los rivales que enfrentaron sus dirigidos; tema que ha despertado mucha polémica. Concretamente, declaró: «Estamos satisfechos por la gira, por cómo se dieron los partidos. Al final se vio que no hay rivales fáciles. El segundo partido nos sirvió mucho, vi un equipo maduro«. Además, elogió al rival enfrentado en esta ocasión y volvió a referirse acerca del tópico de “los rivales accesibles”. Continuó diciendo: «Costa Rica es un buen equipo que le va a poner las cosas difíciles a todos. Lo digo siempre, no hay rival fácil».

La Selección Argentina volverá a jugar el próximo 9 de junio frente Ecuador, en el Soldier Field de Chicago, en su puesta a punto antes de la Copa América de los Estados Unidos.