Un ex policía de la Federal, asesinó a su vecino de un disparo cuando éste se rehusó a reducir el volumen de la música.

En la mañana del día de ayer, un ex policía de la Policía Federal mató a su vecino en medio de una discusión. El homicida, Rafael Moreno, de 74 años, se había acercado hacia el lugar donde la víctima, Sergio Díaz, de 40 años, se encontraba festejando la navidad con parlantes y música en la vereda. Todo esto, ocurrió en la localidad de Lomas del Mirador, en el partido de La Matanza, en el Gran Buenos Aires.
Como se aprecia en los videos—uno filmado por uno de los compañeros de reunión de Díaz y otro de una cámara de seguridad—, Moreno se acerca a charlar, con una postura armoniosa, y a solicitar que reduzcan el volumen de la música, puesto que eran las seis de la mañana y el vecino acusaba la necesidad de conciliar el sueño. En ninguno de los videos, se puede apreciar cuáles fueron las respuestas del grupo que se hallaba en la verdad. Pero, ante la evidente negativa al pedido por parte de Moreno, aconteció lo inaudito: el hombre, que se desarrolló como miembro de las fuerzas de la Policía Federal en tiempos pretéritos, desenvainó un revolver calibre 38., con el que empezó a amedrentar y amenazar a los vecinos.
Ante esta hostilidad mayúscula, Díaz perdió los estribos y encaró al ex policía recriminándole el hecho de desenfundar un arma de fuego. A este escenario, lo prosiguió el horror: tironeos, insultos, empujones, reclamos y el fatídico y funesto desenlace: el disparó que se llevó la vida de Sergio Díaz, en el día de navidad, ante una causa absolutamente absurda. Díaz, que se desempeñaba como colectivero en la misma localidad donde residía, fue trasladado de urgencia al hospital donde falleció a causa del disparo recibido en el vientre.
Romero, fue detenido por la policía y, en su declaración, aseguró que el hecho fue una fatalidad y que el disparo se escapó por un accidente. Lo cierto, es que, segundos antes de la detonación, puede apreciarse como el ex policía acciona el martillo del revolver hacia atrás, amén de cargarlo para efectuar un disparo.
La tensión y las hostilidades aumentaron en estas más de 24 horas. La esposa del señor Romero, declaró que la víctima “lo merecía” y, producto del amotinamiento de familiares y vecinos de la víctima en su domicilio, la mujer sufrió una descomposición. En cuanto la ambulancia acudió a socorrerla, los propios familiares y vecinos de Díaz les prohibieron el acceso hacia el interior de la vivienda.
Con la divulgación de la noticia, también se despertaron encandilados debates, como acostumbra este país. Un gran grupo de personas, consideraban que el señor Romero tuvo la responsabilidad por haber acudido a reclamar con un arma de fuego en la cintura. Por otra parte, hay quienes consideran que la culpa reside en los vecinos que no accedieron a reducir el volumen de la música. No obstante, la realidad es que la portación de armas es un hecho que no debe considerarse a la ligera y alberga una gran irresponsabilidad, y un hecho aberrante, blandir un arma de fuego ante una discusión, por más acalorada que sea.
En los próximos días, habrá mayor información sobre la evolución del caso.